Gilda fue la película que se
proyectó en el CIR de Albandi el pasado viernes. En total, fueron 38 personas,
10 hombres y 28 mujeres, las que asistieron al acto y pudieron disfrutar de
este gran clásico del cine que convirtió a Rita Hayworth en una de las mujeres
más deseadas de la época.
En 1946, año de estreno de la película, Hollywood se
encontraba en su época dorada y lo predominante en aquel tiempo eran los
studios system o sistemas de estudios cinematográficos. Esta forma de
realización de las películas se basaba en una concepción puramente empresarial
que implicaba, entre otras cosas, la elaboración de películas con sistemas
estandarizados y la vinculación contractual de los actores y actrices con
determinados estudios. Esto significó la aparición del fenómeno del "star
system", es decir, cada estudio contrataba una serie de artistas en
exclusividad y a largo plazo para asegurarse el éxito de sus películas. Las estrellas
de cine fueron creadas por los propios estudios como una mezcla entre
actor/actriz y personaje, mitificados/as como dioses/as por el público. Rita
Hayworth fue una star system de Columbia y su sensualidad fue explotada por
dicho estudio en numerosos films, tales como Salomé, La dama de
Shangai o Gilda.
BREVE BIOGRAFÍA DE RITA HAYWORTH
Rita Hayworth es el nombre artístico de
Margarita Carmen Cansino, nacida en Brooklyn, Nueva York, el 17 de octubre de
1918. Su padre, Eduardo Cansino, era de origen español; su madre Volga Haworth,
de origen irlandés. Ambos eran bailarines en una compañía que actuaba en
Estados Unidos y en México, por lo que Margarita/Rita vivió desde muy pequeña
el mundo del espectáculo. A los 16 años debutó como actriz en la película Crazy
Diablo. En 1939, tras haber interpretado algunos papeles menores, actuó
como actriz de reparto en Sólo los ángeles tienen alas.
Sin duda alguna el papel más exitoso de la actriz fue
el del personaje de Gilda en la película del mismo título (1946). A partir de
entonces, Hayworth pasó a ser una diva idolatrada, así como el icono del
glamour y la sensualidad. Este papel le persiguió toda su
vida; los límites entre Gilda y Rita Hayworth no estaban claros, tanto es
así que ella misma llegó a señalar que los hombres se acostaban con Gilda
y se levantaban con ella. Hayworth se casó varias veces. Su segundo marido y
padre de su primera hija fue el actor y director Orson Welles, con quien
trabajaría en La dama de Shanghai (1947). Por esa misma época se
divorcia de él porque, según ella, le resultaba imposible “vivir con un genio”.
Posteriormente contrae matrimonio con Ali Khan, heredero del Aga Khan, con
quien tuvo otra hija, la princesa Yasmina. Tampoco este matrimonio sería
duradero. Su carrera había empezando a perder el brillo de épocas anteriores y
durante los años siguientes Hayworth no realizaría ningún papel digno de ser
destacado.
En 1980 se le diagnostica la enfermedad de
Alzheimer, aunque para entonces ya se había retirado definitivamente de la vida
de glamour de Hollywood. Muere en Nueva York el 14 de mayo de 1987 a los 68
años de edad.
EL PASO DE MARGARITA CARMEN CANSINO A RITA HAYWORTH
La productora Columbia vio en Rita Hayworth a la nueva
vampiresa del cine, pero para lograr que esta encajase a la perfección en el papel de mujer araña hubo que transformar a Margarita Cansino en Rita
Hayworth. Dicha transformación fue acompañada de un fuerte cambio de look para
borrar su aspecto latino y acercarla al modelo de belleza imperante entre las
star system del momento. Hayworth se tiñó de pelirrojo y recibió un tratamiento
de electrólisis para hacer retroceder la línea de nacimiento de su pelo,
próxima a sus cejas, y lograr una frente más despejada. La actriz tuvo
que perder peso en esa puesta a punto para Hollywood, donde sus curvas
marcarían la pauta de la belleza durante una década.
Imágenes de Rita Hayworth antes y después de su transformación para adaptarse a los cánones de belleza de Hollywood. |
ESTRENO DE LA PELÍCULA EN ESPAÑA
En España, la película se estrenó el 22 de diciembre de 1947 en el Palacio de la Música de Madrid y, aunque el film se escapase de la censura española, lo cierto es que no pudo librarse de las críticas (en las iglesias se prohibía a los fieles que viesen "Gilda"). La película fue toda una bomba tanto en EE.UU. como en España; una anécdota interesante del estreno de la película en nuestro país lo constituye el rumor que se extendió sobre el striptease de Gilda cuando canta "Put the blame on mame", pues gran parte del público pensaba que en realidad Gilda se desnudaba totalmente y que la censura española había eliminado las imágenes; lo cierto es que Gilda tan sólo se quita los guantes.
DE MUJERES FATALES Y VAMPIRESAS
La sensualidad y el erotismo de las mujeres ha sido un tema recurrente en todas las artes desde sus comienzos: en la pintura, la escultura, la literatura y, tras su invención en 1895, también en el cine. Por ello, no es de extrañar, que en los años setenta las feministas se propusieran descubrir y analizar cómo representaba el cine a las mujeres. Para ello se centraron, sobre todo, en el cine clásico de Hollywood por ser el cine que más se veía en el mundo. Al analizar las películas, las feministas percibieron que en este cine el discurso de la mujer estaba ausente, ya que los personajes femeninos ni contaban sus historias ni controlaban sus imágenes (veamos por ejemplo a la falsa protagonista de Casablanca, interpretada por Ingrid Bergman). Asimismo, la mayoría de las películas de aquella época se encontraban dirigidas por varones; este hecho es muy importante pues los directores han actuado siempre como primeros artífices que, a través del uso de la cámara, el vestuario y la iluminación deciden cómo han de ser vistas las mujeres y los hombres. Este hacer proponía al público una interpretación en la que éste se identificaba con el protagonista masculino y disfrutaba del placer de mirar a las mujeres. Por otro lado, las feministas señalaron la existencia predominante de dos arquetipos de mujer, dos caras de la misma moneda que representaban el bien y el mal:
- Por un lado, estaría la mujer "buena", maternal, enclaustrada en el espacio doméstico, dedicada a maridos e hijos y, sobre todo, carente de toda carga sexual. Visualmente esto significa: escaso o nulo maquillaje, pelo recogido, vestuario "recatado" de colores poco llamativos, etc.
- Por otro lado, se nos presenta a la mujer "mala", la mujer fatal, la "vamp", la mujer araña, cuyo destino era, o bien convertirse en "buena" a través del amor romántico y el matrimonio con el héroe; o bien sufrir un castigo por su comportamiento perverso e inapropiado. En el caso de Gilda, podemos ver a una mujer atractiva, que seduce a los hombres con su físico exuberante, es una mujer que trata a los hombres como iguales, coquetea y juega con ellos, pero a su vez es una mujer que sufre y que es castigada por su malos modales y falta de compostura.
Esta dicotomía entre mujeres buenas y mujeres malas se da ya desde la antigüedad; en la cultura clásica nos encontramos con mujeres perversas como Pandora, Clitemnestra, Helena de Troya o Circe, entre otras.
Pandora poseía una impresionante belleza y una excesiva curiosidad, que la llevó a abrir la caja que le había entregado Zeus, con todos los males que azotan al mundo. La bella Helena dejó a su marido, Menelao, para huir con Paris, hecho que originó nada menos que una guerra, cuando el esposo despechado tomó Troya para vengar la afrenta. La hermana de Helena, Clitemnestra, fue también una esposa adúltera, que mató a su marido, Agamenón, para huir con su amante Egistro. Sin embargo, ambas mujeres recibieron al final la muerte como castigo. También asesinó a su compañero Circe, sirviéndose de uno de sus brebajes de hechicera, para reinar en solitario. Más tarde, tras su huida a Italia, se dedicó a atraer y encantar a los marineros para robarles y transformarlos en bestias.
En la tradición cristiana podemos destacar a Eva, Salomé, Dalila o María Magdalena, en contraposición con la mujer buena por excelencia, la Virgen María.
Eva, la primera mujer creada por Dios, fue
seducida por la serpiente para coger la manzana del árbol prohibido. Como castigo, ella y Adán fueron expulsados del Paraíso por
un enfurecido Dios, que condenó a la serpiente a reptar y comerse el polvo el
resto de su vida, auguró a la mujer partos dolorosos y condenó el hombre a
ganarse el pan con su sudor. Por otro lado, Dalila utilizó sus encantos para reducir a Sansón, al que cortó el cabello,
origen de su fuerza y, por su parte, Salomé desplegó todo su erotismo
mientras ejecutaba la danza de los siete velos para convencer a Herodes de
que matara a Juan el Bautista. En el Nuevo Testamento nos encontramos con la figura de María Magdalena,
prostituta y prototipo de pecadora.
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